Pese a los reiterados y notables descensos de la siniestralidad de
los últimos años, un buen número de conductores vascos mantiene los peores
vicios al volante. Por ejemplo, el consumo de alcohol. Aunque el 64,8% de los
automovilistas de Euskadi asegura que nunca bebe antes de conducir, hay un 34%
que admite hacerlo de manera ocasional. Pero lo más preocupante es que aflora
otro 1,2% que lo hace «con frecuencia». Visto así, se trata de un porcentaje
reducido. Pero si se tiene en cuenta que en la comunidad autónoma hay 1,25
millones de conductores, los que habitualmente ingieren alcohol suman la
preocupante cifra de 15.000.
La estadística se recoge en el 'Estudio de conductores/as sobre
seguridad vial', elaborado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) para el
Gobierno de Vitoria. El informe se basa en las encuestas realizadas por la
Dirección de Tráfico entre 2009 y 2010 a 2.434 conductores. Pese a lo
desactualizado de la muestra los resultados son reveladores porque el problema
de las alcoholemias sigue siendo sangrante. En los últimos años la Ertzaintza ha
cursado cada ejercicio más de 3.000 denuncias por este motivo. De hecho, en 2012
se alcanzó el pico de 3.683 (1.936 en controles preventivos, 1.329 tras la
comisión de alguna infracción y 418 en análisis practicados a raíz de
accidentes).
Además, las estadísticas demuestran diferencias notables entre sexos.
Así, mientras las tres cuartas partes de las mujeres nunca beben antes de
conducir, solo la mitad de los hombres asegura no probar el alcohol jamás si va
a coger el volante. (Seguir leyendo)
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