El informe «Conductores Senior y Seguridad Vial» del Grupo Liberty Seguros y el RACE, realizado entre más de 2.300 conductores españoles mayores de 60 años, muestra que el envejecimiento conlleva cambios sensoriales y cognitivos que inciden en la conducción. Evitar circular de noche, con meteorología adversa y por rutas desconocidas son, junto al adecuado descanso, algunas normas inquebrantables por los senior al volante.
En 2011 fallecieron en accidentes de tráfico 484 personas mayores de 64 años, colectivo que supone el 17 por ciento de la población española y que, según la DGT, equivale al 12 por ciento del censo de conductores. Y es que, llegado el momento, para muchos no es fácil aceptar las limitaciones personales y poner punto y final a esta práctica optando por alternativas públicas como el metro y el tren, el avión, el autobús o, simplemente, un taxi. Además, en España la regulacion que prorroga la vigencia de los permisos de conducción (Real Decreto 818/2009) no establece límite para dejar de conducir; la vigencia del canré queda sujeta al reconocimiento psicotécnico periódico.
Hay que tener presente que en los mayores la vista se deteriora progresivamente, como sucede con el oído y la motricidad (menor agilidad). También hay cambios cognitivos en el procesamiento de la información, la atención y la capacidad de seleccionar estímulos relevantes al volante. De ahí la importancia de no conducir en condiciones meteorológicas adversas o con mala visibilidad, además de evitar en lo posible ponerse a los mandos de noche, al amanecer y al aterdecer: la falta de iluminación impide ver todos los elementos de la vía y es fácil ser deslumbrados por otros. (Leer más)
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