Lo cierto es que la idea de coches autómatas (sin conductor) asusta a mucha gente. Sin embargo, no debería. Van a salvar muchas, muchas vidas. Y es que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud cada año muere 1.2 millones de personas en todo el mundo debido a accidentes de tráfico. Y muchos de esos accidentes tienen como causa errores humanos.
Ese es precisamente uno de los objetivos que se ha marcado Google con el coche autómata que sigue testeando por carreteras americanas: eliminar el 99% de esas muertes causadas por errores humanos.
De todos modos, no viene mal tener en consideración los siguientes aspectos:
- El coche autómata de Google conduce mucho mejor que tú. Para empezar, cuenta con una visión panorámica de 360 grados. Además, no se cansa, no bebe, y no se despista. No está programado para ello. Y saben exactamente cómo gestionar las situaciones de peligro, así como anticiparse a variables totalmente imperceptibles para ti, humano.
- El programa de Google en relación a su coche autómata va mucho más allá de lo que crees en términos de satisfacción de usuario. Cuando oímos las palabras “coche autoconducido o autómata” automáticamente nuestra mente lo asocia con un interior lleno de cables. Nada más lejos de la realidad. El interior del coche de Google se espera que se muy minimalista. Seguramente la única diferencia será la existencia de unos botones extra en el volante y una interfaz similar a la de cualquier tablet Android.
- El coche de Google se comporta mucho mejor en carretera que por la ciudad. Lógico, en las autovías y autopistas el tráfico va siempre en la misma dirección y a una velocidad constante, con separaciones nítidas entre carriles. Sin embargo cuando circulamos por ciudad los coches te pueden salir de prácticamente cualquier lado, un pequeño caos. Por eso parece que inicialmente el modo “autoconducción” sólo estará disponible cuando se circula por autovía, para posteriormente ir ampliando su ámbito de acción.
- Google todavía tiene que superar un par de hándicaps tecnológicos. Se ha podido comprobar que el coche autómata de Google todavía tiene problemas en condiciones de nieve (sus sensores de láser tienen problemas en ver y reconocer las carreteras nevadas). (Información)
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