Los agentes de la Policía Local de Avilés no daban crédito a la escena que ayer vivieron en su cuartel. Sobre las 15.25 horas, recibían la visita de J. M. F. S, que llegaba hasta las dependencias policiales conduciendo su coche, un Ford Fiesta. El ciudadano quería realizar una consulta sobre cómo denunciar la pérdida de un teléfono móvil.
Durante su estancia en las instalaciones policiales, constataron su estado de ebriedad y, teniendo en cuenta que había llegado conduciendo y se disponía a marcharse de igual manera, decidieron realizarle una prueba de alcoholemia. En la primera expiración marcó 0,87 miligramos de alcohol por litro aire, al igual que en la segunda, lo que casi cuadriplicaba los límites legales.
Así que decidieron iniciar las diligencias judiciales por un presunto delito contra la seguridad en el tráfico. En el momento de consultar los datos del carné de conducir, comprobaron que se encontraba suspendido desde principios de año por una sentencia de los juzgados de lo Penal de Avilés por un delito similar. (Leer más)
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