Un pontevedrés de 38 años de edad protagonizó un sorprendente incidente con varios agentes de la Policía Local de la ciudad del Lérez que estaban realizando un control de alcoholemia. Ocurrió a principio de la pasada semana, de madrugada, cuando los agentes dieron el alto a este conductor que circulaba al volante de un Citroën CX en el marco de un control rutinario.
Los agentes sometieron a esta persona a la prueba del etilómetro y arrojó un resultado positivo de 0,50, lo que supuso que procedieran a solicitar su documentación para tramitar una denuncia administrativa por circular bajo los efectos del alcohol.
La sorpresa de los agentes llegó cuando el conductor intentó sobornar a los policías ofreciéndoles cierta cantidad de dinero (los policías no lo especificaron en el parte) a cambio de que hicieran la vista gorda y no le sancionasen. Como es obvio, los policías se negaron y recogieron su documentación para comprobar su carné y sus antecedentes. Fue entonces cuando observaron que este conductor tenía suspendido su permiso de conducir por orden del juzgado de lo Penal 3 de Pontevedra, por le que indicaron al conductor que iban a proceder a instruir diligencias por presunto quebrantamiento de condena. (Seguir leyendo)
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