El ministro del Interior pide tras el funeral por los 5 jóvenes que su 'sacrificio sirva para algo'
El historial como conductor de Fernando Fernández -alias El Sotero-, de 37 años, no puede ser más preocupante. El acusado por el juez de cinco delitos de homicidio por imprudencia, lesiones y contra la seguridad vial en el accidente del jueves que costó la vida a cinco menores de entre 12 y 15 años, acumulaba hasta el día del siniestro fatal 14 expedientes de sanción por infracciones de tráfico, siete de ellas graves. Así figura en el Registro de Conductores e Infractores de la Dirección General de Tráfico, según informaron fuentes gubernamentales. Las siete sanciones consideradas faltas graves le conllevaron pérdidas de puntos en su permiso de conducir.
Cuando conducía el vehículo agrícola e hizo la maniobra incorrecta que provocó el choque con el minibús donde viajaban los 15 niños del equipo de fútbol de Monterrubio de la Serena -dando posteriormente positivo por cocaína y cannabis-, su saldo en el carné de conducir era de siete puntos. Además, la retroexcavadora que conducía no había pasado la ITV desde 2009.
Sí está confirmado, como adelantó EL MUNDO, que el conductor de la máquina agrícola huyó del lugar nada más producirse el suceso. Cuando llegaron los bomberos de Castuera al lugar del accidente, el conductor «no estaba», indicaron ayer a Efe fuentes de la investigación, y, aunque ninguna hipótesis está descartada, se baraja la opción de que pasado un tiempo el conductor regresara al lugar del accidente, bien por temor ante la serie de irregularidades cometidas, por arrepentimiento o para ayudar a los heridos.Con la investigación todavía abierta y el acusado en prisión sin fianza desde el viernes, la Guardia Civil sigue cerrando las pesquisas en un caso del que aún hay detalles sin esclarecer, aunque, como aseguró el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, «todos tenemos una idea aproximada de lo que ha sucedido».
Este periódico consiguió el testimonio de un amigo de El Sotero, queconfirma que consumía drogas de manera «habitual». El testimonio está recogido en Castuera, junto a la casa donde vivía el acusado con sus padres. Preguntado por si le había sorprendido que hubiera dado positivo por drogas tras el accidente, su amigo contestó: «Es buena persona, bastante trabajador y responsable, pero no me sorprendió mucho, éramos bastante colegas, nos conocíamos, sabíamos cómo andábamos y en fin... no me sorprendió mucho. Él consumía desde hace tiempo, sí, era habitual, y las tomaba, las consumía, claro, lo mínimo, pero sí, consumía de forma particular, sí».
A petición de las familias de los fallecidos al presidente extremeño, José Antonio Monago, la Junta anunció que se personará como acusación popular en el proceso del caso. La intención es «amparar completamente» a las víctimas y sus familias, «descargándoles del peso emocional que supone el proceso penal».
Mientras sigue la investigación, ayer se celebró en Monterrubio de la Serena un multitudinario funeral por los cinco fallecidos. Oficiado por el arzobispo de Mérida-Badajoz, Santiago García Aracil, incluyó la lectura de un telegrama de condolencias enviado por el Papa Francisco. El funeral congregó a cientos de personas en el interior del polideportivo municipal, donde ya una hora antes del inicio del sepelio se habían ocupado las más del 1.000 sillas que colocó el Ayuntamiento. En el exterior, también cientos de personas acudieron a despedir a los cinco niños. (Seguir leyendo)
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