Indignado y a la vez resignado se muestra un vecino de Vilagarcía con la multa que le impuso la Policía Local de Poio por girar más de 45 grados el cuello cuando conducía su vehículo en dirección al puente de A Barca, en Pontevedra.
Javier Raposo Mejuto, vecino de Sobradelo, considera que se trata de una sanción injusta pues además de no recordar el gesto por el que ha sido sancionado, ni siquiera fue parado para advertirle que había cometido tal infracción.
Los hechos ocurrieron a las 20.29 horas del pasado 18 de abril, Viernes Santo, en el punto kilométrico 1,5 de la PO-308, conocida también como avenida de Encoirados, en el límite de dicho término municipal con Pontevedra.
Javier Raposo se acaba de enterar de la sanción que le llegó a su domicilio en la que le imputan la infracción de circular "sin prestar la debida atención a la conducción. Girar el cuello más de 45º perdiendo la visión sobre la vía".
El conductor admite que ese movimiento de cuello es un gesto común pues entiende que se produce cuando cualquier persona al volante observa los espejos retrovisores o está atento a otras circunstancias que se pueda producir en la vía.
Duda también que un policía pueda llegar a calibrar los grados de giro del cuello de un conductor desde la calle, por lo que entiende que la multa que le imponen solo obedece a un "afán recaudatorio del Ayuntamiento".
Asegura que en los últimos días tuvo constancia de otros casos similares en la citada localidad por lo que existe una cierta indignación ciudadana al respecto de este tipo de sanciones por parte de una autoridad pública.
El denunciado afirma que se asesoró con expertos en seguridad vial que, aunque ven demasiado intransigente la acción policial, reconocen que existen preceptos en la Ley de Seguridad Vial relativos a la obligación de prestar absoluta atención a la conducción.
De ahí que este vilagarciano subraye que su propósito fundamental radica ahora en advertir a otros conductores que circulen por carreteras de Poio de que extremen la atención a la carretera para evitar sanciones como la que acaba de recibir él en su domicilio.
Agrega que ha optado por ir a pagar la sanción bonificada, pues le reportará solo un gasto de 50 euros para evitar los 100 de la falta leve cometida.
Subraya que en absoluto le interesa llegar a un contencioso administrativo "porque solo los gastos de abogado y procurador van a exceder los 50 euros que tengo que abonar. Obviamente prefiero pagarla y olvidarme del mal trago". (Seguir leyendo)
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