Un director de autoescuela de la
región de Lyon, fugado con la caja, deja a 400 alumnos completamente
desamparados. (Información)
Aunque se trata de un hecho puntual,
este tipo de acontecimientos da una bofetada, una vez más , en plena cara a los
que quieren dejar un poco más el permiso de conducir al sector privado, la dura
realidad de un mercado capaz de alejarse de toda regla moral.
Es el mismo espíritu que preside,
cuando algunas autoescuelas venden sin formación, despreciando toda
consideración sobre la seguridad vial, permisos AM o B96 a usuarios convertidos en simple consumidores.
Sin embargo, algunas organizaciones
patronales de autoescuelas sueñan con debilitar un poco más el papel del Estado
en cuanto a formación-examen, elaborando un proyecto de recorrido pedagógico dividido en cuatro fases, en el cual el
examen se reduciría a un acontecimiento menor. Es una manera apenas disimulada
de relegar el Estado a un segundo plano y de ir procurando que la intervención pública se vaya reduciendo hacia una muerte lenta e inevitable.
Este ataque al servicio público
dictado por la lógica neoliberal que impregna el espíritu de las organizaciones
patronales de las autoescuelas, contiene inevitablemente en germen las derivadas denunciadas señaladas más arriba. Mientras el Estado
constituye una muralla contra la amoralidad- incluso la inmoralidad- hay quienes buscan exclusivamente rentabilidad comercial, en particular el del permiso de conducir y se
preocupan muy poco por el interés del usuario, ya que el liberalismo no tiene
como meta la generosidad, al contrario, es interés económico puro y duro.
Pensamos que el mercado, incapaz
de regularse por sí mismo, es socialmente aceptable siempre y cuando el Estado
fije con precisión límites no-comerciales.
Es por lo que el sindicanto
SNICA-FO reivindica la puesta en marcha de seguimientos pedagógicos en el seno
de las EECA (autoescuelas) y el mantenimiento de las misiones atribuidas a los IPCSR (examinadores) y a los
DPCSR (coordinadores) , funcionarios del Estado.
Si se hace lo contrario, abrir un poco más el ámbito del
permiso de conducir al mercado, sería una gran irresponsabilidad hacia los usuarios. Eso tendría como
consecuencia excluir todavía más a la juventud expuesta a dificultades sociales
y económicas, ya que en un sistema tal, cuando “El dinero es el rey”, el que
no lo tiene, no es nada……. (Editorial)
http://www.snica-fo.org/home/
Traducción: Noële Grente Lemullier
ASEXTRA Alicante
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