Comilonas, turrón…suelen ser protagonista en estas fiestas, por eso se intensifican los controles. Por encima del 0.25 y hasta el 0.60 los conductores son sancionados con 500 euros y entre 4 y 6 puntos de carnet.
Por encima, ya hay infracción penal. En esta campaña ha habido un 3% de positivos, una cifra menor a la de otros años. Pero la policía no puede relajarse. En ciudades como Sevilla, además de la calle, vigilan también las redes sociales: en ellas los jóvenes informan en tiempo real de la localización de los controles.
María Guerrero, portavoz de la policía local de Sevilla, dice que "a través de las redes también nosotros controlamos si están ya colgados los controles y nos vamos moviendo de un lado a otro”. Se mueven para evitar que un chivatazo en la red permita que circulen más conductores ebrios. Casi la mitad de los accidentes mortales en España son provocados por el alcohol.
Contarle a los amigos donde hay un control de alcoholemia no es delito, pero la mejor fórmula para librarse es la de siempre: al volante, cero alcohol.
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