La Comunitat ya roza el número de víctimas de 2015 a falta de casi tres meses para acabar el año
El fin de ciclo se constata. Después de un paulatino descenso en el número de fallecidos en las carreteras de la Comunitat durante más de una década, las tornas han cambiado. Hasta el punto de que el número de muertos en lo que va de año en las carreteras de la Comunitat ya casi iguala al poco más de un centenar de víctimas mortales que se produjeron en todo 2015. Y todavía faltan dos meses y medio para que concluya el año.
Hace una semana se perdieron las últimas dos últimas vidas en la región. Un hombre de 50 años se salió de la vía con la moto que conducía. Ocurrió en la A-23 a su paso por Barracas. Justo el mismo día, un ciclista de 34 años sufrió un accidente mortal en la localidad alicantina de Callosa de Segura. Dentro de casco urbano, un hombre de 77 años pereció el jueves al ser atropellado en una calle de Ribarroja. El reguero de tragedias no cesa.
Según los últimos datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), 96 personas han muerto en lo que va de año en carreteras de la Comunitat. El ascenso de accidentes es una realidad en toda España, donde se observa un aumento del 3% en el número de víctimas mortales. En términos absolutos, es Andalucía la autonomía con más muertes (148), seguida de Cataluña, Castilla-León y la Comunitat Valenciana.
xisten ocho autonomías donde los accidentes mortales están creciendo, siete en las que descienden y una, Canarias, que se mantiene en niveles idénticos a los del año pasado. Pero si nos fijamos en el nivel de crecimiento de la siniestralidad es en nuestra región donde las cifras son para llevarse las manos a la cabeza. Sumamos nada menos que 24 fallecidos más que el año pasado, doblando el incremento que se aprecia en otras como Extremadura o Galicia, con 11 víctimas más. También crecen los muertos en Andalucía, pero no a semejante nivel.
Cataluña, situación opuesta
Llama la atención que Cataluña, también costera, mediterránea, muy turística y con un elevado tránsito de camiones, presenta el mayor descenso de España en fallecidos en carretera. Menos 23 respecto al año pasado. Es exactamente la situación inversa a la de la Comunitat, pero en positivo.
Preguntamos a los expertos qué factores están influyendo en la especial aceleración de las muertes en nuestra región. La máxima responsable de la DGT en la Comunitat, María Dolores Pérez, declina hacer declaraciones. Según el comandante Jairo Torres, inspector de la Guardia Civil de Tráfico, este año confluyen tres factores: «Más desplazamiento de vehículos que en los años de crisis económica, un envejecimiento del parque móvil que se agrava cada año y un aumento de la edad de los conductores».
El delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, destacaba en julio un dato: «la antigüedad media de los coches que circulan por nuestras vías ha aumentado casi cuatro años entre 2007 y 2014». Es decir, si bien la recuperación económica permite a los bolsillos estirarse en combustible parece que no se produce la deseada renovación de vehículos de nueva generación, con el plus que eso conlleva en seguridad. Hoy tres de cada diez turismos y casi un 40% de las motocicletas llevan más de 15 años rodando, de acuerdo con las cifras de Tráfico.
Un reciente estudio de la DGT analizó la edad de los implicados en accidentes graves. «El riesgo de morir en un accidente de circulación en un coche de más de 15 años es el doble que en un vehículo joven de menos de 5 años», establece el informe de seguridad vial.
El factor humano
Ana Martí-Belda es profesora de la Universitat de València y técnico en el Instituto de Investigación en Tráfico y Seguridad Vial (INTRAS). Coincide en que hay más desplazamientos y más vehículos en carreteras. Cree, además, que el aumento de turistas que visita la región con coche puede haber influido.
Sin embargo, la experta relativiza la importancia de la antigüedad del coche. «Es cierto que el coche nuevo opera en prevención del accidente y reduce las consecuencias en caso de siniestro, pero un buen conductor es lo más importante y su prudencia compensa la vejez del vehículo», razona. Incluso advierte de la «menor percepción del riesgo por parte de conductores de turismos potentes de alta gama».
Martí-Belda aprecia cierta relajación en cuestiones de seguridad vial. Un peligroso «optimismo» por el descenso de accidentes de los últimos años. «Ha habido un parón en concienciación desde que se puso en marcha el carné por puntos. La DGT pone mucho esfuerzo en sus campañas semanales de control, pero lo que hace falta ahora son grandes intervenciones de concienciación». El repunte de accidentes, expone «es algo que veíamos venir porque en este tiempo no nos hemos hecho mejores conductores, simplemente estábamos guardaditos en casa por la crisis», revela.
Ana Novella, voz de la asociación valenciana Stop Accidentes y madre de un niño que falleció atropellado, opina que hace falta «más vigilancia y dureza» con las conductas de riesgo al volante. Además, demanda que la educación vial sea «una asignatura en los colegios».
Ángel Rivilla es profesor de formación vial y responsable de la autoescuela Más Que Conducir. Para su trabajo, recopila y analiza todos y cada uno de los accidentes mortales que se producen en tierras valencianas. Pone el acento en que este año «más de la mitad de los siniestros con fallecidos responden a salidas de vía». Detrás de este tipo de accidentes hay exceso de velocidad, pero también distracciones.
A la hora de explicar el aumento de accidentes mortales apunta a la Comunitat como «zona de tránsito» y, en concreto, a la «saturación en la A-7», tanto en la circunvalación del 'bypass' como en otros puntos. Un curioso factor apreciado pro la Guardia Civil de Tráfico es la elevada circulación de vehículos conducidos por turistas franceses, posiblemente por el temor a usar el avión después de los últimos atentados terroristas en el país vecino.
Las muertes son irreversibles, pero aprender de ellas es, quizá, la mejor manera de mejorar el futuro sobre el asfalto. Si nos fijamos en el análisis por territorio, Valencia es la provincia con más fallecidos en lo que va de año: 36 víctimas. Sin embargo, es en la de Castellón donde se produce un mayor incremento, hasta el punto de doblarse las víctimas respecto a 2015. Pasan de 13 a 28.
Por sexo y edad
Si atendemos al sexo de las víctimas que han perdido la vida, 85 son hombres y 11 mujeres. Ellas conducen menos que los hombres, pero las estadísticas demuestran que las mujeres son más prudentes al volante. La inmensa mayoría de infracciones graves por velocidad o consumo de alcohol son cometidas por varones. Las diferencias no son tan significativas en la relación de heridos: 29 lesionados graves son hombres y 15, mujeres.
La distribución por edades rompe el manido mito de la siniestralidad juvenil. De las 96 víctimas mortales de este año, 23 son adultos de entre 45 y 54 años, la franja con mayor riesgo. Únicamente 11 de los fallecidos son menores de 24 años. Entre ellos está el niño de 7 años que pereció en un brutal choque a principios de septiembre cuando un turismo se empotró contra el coche en el que viajaba en Beniflà.
Según los datos de la DGT, los coches son escenario de 41 de las muertes en la Comunitat, prácticamente la mitad. Además, en los turismos se acumula el grueso de las víctimas heridas: 131. A lo largo de este año, una veintena de motoristas y siete ciclistas han fallecido en carretera. Los conductores se llevan siempre la peor parte en los accidentes. Es la posición que ocupaban 68 de los fallecidos.
Fuente: Las Provincias