Desde la 'app' Dribo señalan que la "presencialidad" ya se da en la parte práctica "con una situación ideal de profesor-alumno"
La pasada semana, la CNMC (Competencia) se posicionaba en
contra de la intención de Tráfico de obligar a los aspirantes al carné de
conducir a asistir a ocho clases teóricas presenciales. Lecciones con el foco
puesto en la sensibilización y concienciación sobre aspectos como el consumo
del alcohol al volante o el uso del móvil conduciendo.
La decisión abrió de nuevo la grieta entre dos bandos. Por
un lado, la DGT y CNAE (la patronal de las autoescuelas) criticaron la decisión
alegando que sólo con la presencia del alumno en clase se puede concienciar.
Por otro, la Plataforma de Autoescuelas Digitales (PAD) celebró una resolución
no vinculante aludiendo a que la propuesta de Tráfico buscaba eliminar la
formación online.
A esta dicotomía se suman otras voces. Es el caso de
Asextra, la organización profesional de los examinadores, que afirma que denota
"claramente el desconocimiento que poseen (la CNMC) sobre la importancia
que tiene la seguridad vial en nuestra vida diaria". Este colectivo
considera que se "debe imponer un número de clases obligatorias teóricas,
ya que va a redundar positivamente en la formación, concienciación y
sensibilización del futuro conductor". Además, recalcan que las lecciones
deben ser presenciales: "Esto crea lazos de amistad o compañerismo,
provocando un clima de estudio y de socialización óptimo para entender la
importancia que tiene el manejar un vehículo a motor que no bien entendido
puede ser un arma de matar".
Fuente: elmundo.es