El 20 de mayo entra en vigor el reglamento que obliga a los
fabricantes de vehículos a facilitar los datos necesarios para poder realizar
la ITV. Con esta información se podrán verificar los sistemas de seguridad
obligatorios.
Es en 2022 cuando se harán obligatorios una serie de
sistemas de ayuda a la conducción a la Unión Europea. De este modo, cualquier
vehículo que se venda como coche nuevo dentro de un par de años tendrá que
contar con una unidad de almacenamiento de datos y los siguientes elementos:
Avisador de distracciones y somnolencia.
Frenada automática con detección de peatones y ciclistas.
Cámara de visión posterior.
Asistente de cambio involuntario de carril.
Asistente de velocidad inteligente.
La gran mayoría de coches nuevos actuales cuentan con estos
sistemas, o al menos con alguno de ellos. Se trata del primer paso hacia la
conducción autónoma e incrementan notablemente la seguridad. Eso… siempre que
funcionen correctamente. Para ello es necesario, como indican desde el Consejo
de Seguridad del Transporte Europeo (ETSC), “no solo implementar los nuevos
sistemas de seguridad, sino también de crear un marco legal para poder
controlarlos y verificarlos durante toda la vida útil del coche”.
Fuente: coches.com