Lleva bastantes meses en la recámara de la Dirección General de Tráfico, pero lo que empezó como una idea descabellada puede podría ponerse en marcha en un futuro no muy lejano. Hablamos de que haya guardias civiles camuflados como ciclistas con el principal cometido de cazar a conductores que incumplan la normativa de adelantamiento a este colectivo.
Recordemos que la distancia mínima para adelantar a un ciclista debe ser de 1,5 metros, algo que, según diversos estudios, no se cumple en al menos uno de cada cinco conductores. Es una problemática que produce un número considerable de fallecidos entre la comunidad ciclista. Estamos hablando, según los últimos datos obtenidos, de porcentajes de mortalidad elevados teniendo en cuenta el número de ciclistas que circulan por carretera en nuestro país.
Cuando esta medida entre en vigor, los infractores cazados por los agentes de la Guardia Civil se exponen a una multa de 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné. Hasta la fecha, las autoridades no contaban con la certeza suficiente o con una herramienta adecuada para ver si se había respetado la distancia mínima de seguridad. Con esta medida, se pretende que el miedo al 'que te pillen' palie los adelantamientos peligrosos y se descienda la siniestralidad en el colectivo ciclista (Información completa)
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