En 2018 dos de cada diez fallecidos en vías de gran capacidad (60 personas) estaban fuera de sus vehículos
El Ministerio del Interior intenta averiguar por qué la
señalización de accidentes y averías está suponiendo un problema, sobre todo,
en autopistas y autovías donde el año pasado se computaron 303 personas
fallecidas, 23 más que en el año anterior. El 20%de esta cifra eran peatones.
Es el único dato «negativo» de cuantos proporcionaron ayer el ministro
responsable, Fernando Grande-Marlaska, y el director general de Tráfico, Pere
Navarro, al hacer balance de la siniestralidad vial de 2018.
Lo que estos departamentos han detectado es que esas 60
personas muertas salen de su vehículo, pertrechados con el chaleco amarillo y
cuando van a colocar el triángulo reglamentario, o están ya arreglando el
desperfecto o a la espera de la asistencia en carretera, se ven sorprendidas
por la muerte. Según ha podido saber este periódico, las medidas plausibles en
las que trabaja Interior para reducir estos atropellos se concretarían en un
dispositivo luminoso y de color amarillo auto colocado sobre el exterior del
vehículo, o que quede estable sobre una superficie plana. Una especie de
«sirena» imantada sobre el techo, con alimentación autónoma, alta visibilidad e
ideada para los vehículos que estén estacionados o parados o circulen a un
velocidad que no supere los 40 km/h mientras desempeñan una actividad o trabajo
en la vía.
Fuente: abc.es
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