La Administración alemana sigue buscando formas de presionar a los evasores fiscales para que paguen sus impuestos como es debido y su creatividad amenaza con hacerles la vida imposible.
"Si un dentista tiene que dejar su Porsche seis meses en el garaje, eso le afecta más que una multa", argumenta el ministro de Justicia del Land de Renania del Norte-Westfalia, Thomas Kutschaty, autor de una inspirada propuesta según la cual a los evasores fiscales le será retirado el permiso de conducir como castigo.
Siguiendo esa propuesta de Kutschaty, el gobierno y las autoridades regionales alemanas se plantean introducir la retirada del carnet de conducir como sanción penal a diversos tipos de delito, sin limitarse a los relacionados con el tráfico y muy concretamente dirigida a los infractores fiscales.
El tema, que ya se había planteado durante las negociaciones de coalición para formar el actual gobierno, ha resurgido en el marco de la conferencia de ministros de Justicia, que reúne a los titulares de esa cartera de los 16 estados federados y al ministro federal, Heiko Maas.
La presidenta de turno de la conferencia, la ministra de Justiciade Mecklenburgo-Antepomerania, Uta Maria Kuder, se ha mostrado a favor de estudiar la propuesta.
"Estoy abierta a ese tipo de reflexiones", ha dicho la cristianodemócrata, admitiendo que las sanciones económicas no son suficientemente eficaces para evasores fiscales con altos recursos y que resultará positivo armarse de nuevas penalizaciones que les causen mayores trastornos.
La portavoz de Justicia de la CDU en el Bundestag, Elisabet Winkelmaier-Becker, ha admitido que la gran coalición está de acuerdo en introducir la retirada del carnet como sanción penal para todo tipo de delitos, no sólo para los de tráfico o evasión fiscal, aunque señala que la forma concreta cómo se debe llevar a la práctica esa idea todavía no está definida.
Desde el club automovilístico ACE, la propuesta es observada con cierto escepticismo.
"No es una idea mala del todo, pero hay que tener en cuenta que los evasores fiscales que realmente disfrutan de altos ingresos, que son a los que supuestamente se dirige la medida, suelen tener chófer, por lo que no les afectará en absoluto", ha anotado su portavoz en materia jurídica, Volker Lempp, que admite que "estamos de acuerdo en que meter evasores fiscales en prisión cuesta dinero y habría que encontrar otras formas de sanción", pero señala que "quizá habría que pensar en servicios sociales como barrer las calles o atender los hogares de ancianos públicos". (Información)
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