Cada 25 segundos fallece una persona en todo el mundo por un accidente de tráfico, que es la causa principal de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años. El 90% de las víctimas pierden la vida en países de renta media o baja y un 49% son usuarios vulnerables de las carreteras, como motoristas, peatones y ciclistas.
Así lo destacó este domingo el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en un mensaje con motivo del Día Mundial en Recuerdo de lasVíctimas de Accidentes de Tráfico, que se conmemora este domingo, 15 de noviembre.
En su mensaje Ban señaló que, a pesar de las mejoras en seguridad vial de los últimos años, aún persisten cifras impactantes de lesionados y fallecidos por accidentes de tráfico, que matan cada año a 1,25 millones de personas.
Por ello, hizo un llamamiento a los gobiernos para reforzar la aplicación de las leyes sobre el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y la conducción, y el uso del cinturón de seguridad, el caso entre los motoristas y los sistemas de retención infantil, porque se ha demostrado que salvan vidas.
En su Informe sobre la situación mundial de la seguridad vial 2015, la Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el número de fallecidos por accidentes de tráfico se ha estabilizado desde 2007, pese a lo cual se han producido avances, ya que entre 2010 y 2013 creció un 16% el número de vehículos de motor y un 4% la población mundial. De hecho, en esos cuatro años un total de 70 países han reducido el número de víctimas mortales en carretera, que, por el contrario, ha aumentado el 68 naciones.
La OMS indica que los países con más éxito en la reducción del número de muertes de tráfico, entre ellos España, han mejorado su legislación y han hecho que las carreteras y los vehículos sean más seguros. Así, 17 de ellos (en los que viven 409 millones de personas, esto es, un 5,7% de la población mundial) han incluido en los últimos tres años mejoras legislativas de al menos uno de los siguientes cinco factores de riesgo: el exceso de velocidad, la conducción bajo los efectos del alcohol, el casco entre los motoristas, el uso del cinturón de seguridad y los sistemas de retención infantil.
El informe de la OMS sitúa a España como el decimotercer país del mundo y el quinto de la UE con la tasa de mortalidad más baja por accidentes de tráfico, con 3,7 víctimas mortales por cada 100.000 habitantes.
La pequeña relación de países que mejoran la tasa de mortalidad vial de España la forman Mónaco (0,0), Micronesia (1,9), Suecia (2,8), Kiribati y Reino Unido (2,9), San Marino (3,2), Suiza (3,3), Países Bajos (3,4),Dinamarca y Maldivas (3,5), e Israel y Singapur (3,6). Por el contrario, los más inseguros del mundo para circular por carretera son Libia (73,4),Tailandia (36,2), Malawi (35,0), Liberia (33,7), República Democrática del Congo (33,2), Tanzania (32,9), República Centroafricana (32,4) e Irán y Ruanda (32,1).
Otra lectura es que España ocupa el quinto puesto de la UE con la tasa de siniestralidad más baja (sólo por detrás de Suecia, Reino Unido, Países Bajos y Dinamarca), el quinto entre los países con más de cinco millones de vehículos registrados (superada por Suecia, Reino Unido, Suiza y Países Bajos), el octavo de los que tienen más de cinco millones de habitantes (Suecia, Reino Unido, Suiza, Países Bajos, Dinamarca, Israel y Singapur) y el décimo entre las naciones de renta alta (Mónaco, Suecia, Reino Unido, San Marino, Suiza, Países Bajos, Dinamarca, Israel y Singapur).
En España, la DGT cuenta con Unidades de Víctimas en sus jefaturas provinciales, que han atendido a más de 26.000 personas desde su creación, en 2013, con el objetivo fundamental de configurar y coordinar una red integral de información y asesoramiento en los ámbitos en los que la vida de la víctima puede verse gravemente afectada (familiar, social, laboral, económico y, sobre todo, personal).
A este respecto, la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes DIA indicó que este colectivo se encuentra en una clara desprotección y señaló que todavía es mucho lo que se puede hacer, como mejorar la asistencia por parte del Estado, ofrecer un atención integral para todas las víctimas, conseguir un mayor descenso de la siniestralidad vial, una mayor dureza para los delitos de tráfico (especialmente aquellos con resultado de fallecimiento) y una mejora en las indemnizaciones.
El presidente de DIA, Francisco Canes, consideró importante que todas las víctimas de accidentes de tráfico reciban una atención personalizada e integral en el momento posterior al accidente, así como sus familiares y amigos. En cuestión de minutos, su vida ha cambiado completamente, sus sueños, deseos, planes
, todo puede haber desaparecido. Estas personas deben aprender a afrontar y redirigir su vida, tienen que recibir una atención sanitaria específica ante las posibles lesiones, una atención psicológica para saber afrontar lo que ha pasado, información jurídica para saber cómo actuar legalmente
Todo esto debe ofrecerse de manera óptima y gratuita por parte del Estado, explicó.
Además, Canes calificó de demasiado blando el actual Código Penal en relación a los delitos contra la seguridad vial, especialmente cuando hay fallecidos. El coche deja de ser un vehículo y se convierte en un arma cuando es utilizado bajo los efectos del alcohol o con velocidad excesiva, por ejemplo, apostilló. (Información)
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