La importancia de su ajuste y limpieza exterior es vital para conseguir la visibilidad necesaria y evitar sorpresas ante la toma de maniobras
Los espejos retrovisores, junto con las
superficies acristaladas del vehículo, son los elementos que nos permiten
obtener información visual y de manera constante durante la conducción. De ahí,
la importancia de su ajuste y limpieza exterior para conseguir la visibilidad
necesaria y evitar sorpresas ante la toma de maniobras que requieran una
decisión rápida y adecuada como un adelantamiento, desplazamiento lateral o
cambio de carril. O lo que es lo mismo, evitar los puntos ciegos o, mal
llamados, ángulos muertos.
En la actualidad existen sistemas para
evitar el ángulo muerto de los espejos pero no todos los usuarios los conocen,
como, por ejemplo, el BLIS, capaz de detectar la presencia del vehículo que nos
pretende superar y avisarnos mediante una señal acústica o luminosa. No
obstante, si nuestro coche no dispone de alguno de estos sistemas de detección
de presencia en el ángulo muerto que dejan los retrovisores, podemos
solucionarlo con una nueva orientación sobre los espejos exteriores,
aplicándoles un ajuste de 15 grados aproximadamente hacia el exterior para
seguir viendo a los vehículos que nos sigan y que perdemos de vista por el
retrovisor interior.
Fuente: abc.es
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