Hoy mismo pone fin a una larga etapa en la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, a la que accedió en el 2001, «ya tarde, de comandante», recuerda José Hermida Blanco (Muras, Lugo, 1957). Su ascenso a coronel lo lleva a dirigir la Comandancia de Zaragoza, un destino que él mismo ha solicitado. Hermida es uno de los mayores expertos en seguridad vial y ha sido testigo directo desde Galicia de la transformación que ha llevado a que «ya no seamos uno de los países con más muertos en la carretera».
-Un cambio positivo.
-Las cifras de víctimas han ido bajando año tras año. Ahora en Galicia hablamos de una media de diez muertos cada mes, algo impensable cuando el entonces teniente coronel Ulla manejaba horquillas de 18 a 23 muertos cada mes. Lo normal era que todos los días te encontrases un muerto al llegar a la oficina. Ahora lo raro es que haya un muerto.
-¿Que es lo que ha influido?
-Hay muchos factores. Hubo un cambio total en la política de seguridad vial. De repente, es el ministro del Interior quien habla de seguridad vial. Dejó de verse el accidente de tráfico como una desgracia inevitable para ser algo que se podía prevenir, que se podía evitar.
-¿El conductor también ha evolucionado?
-La conducción urbana ha creado vicios, uno de ellos por ejemplo el escaso uso de los intermitentes. Pero en general el conductor ha mejorado. El 70 % de los conductores gallegos conservan todos los puntos del carné porque nunca ha cometido infracciones graves. Y la probabilidad de que te sorprenda una patrulla de Tráfico cometiendo una infracción es muy alta.
-Hay nueve mil gallegos con solo tres puntos.
-Los infractores son una minoría, y son siempre los mismos, son reincidentes.
-¿Y son recuperables?
-Muchos sí, cuando pierdan todos los puntos, sean sancionados, tengan que pagar el curso de recuperación y estar seis meses sin conducir.
-El alcohol sigue siendo un grave problema.
-La gente sigue bebiendo y cogiendo el coche. Y muchos saldos agotados de puntos son por alcohol. Al beber alcohol la gente no sabe dónde está el tope, y a los dos vasos de vino, le siguen dos chupitos, el cubata...
-¿Qué debe hace r el conductor que va a una cena o una comida?
-No beber alcohol, y si bebe, no coger el coche. Un conductor que ha bebido alcohol siempre es un riesgo.
-¿Y aumentarán los controles de alcoholemia en verano?
-En Galicia estamos siempre en campaña de alcoholemia. Somos la comunidad que más boquillas de alcoholemia consumimos, detrás de Andalucía.
-¿Cómo son los controles?
-Hay dos tipos, el rutinario, que se hace a cualquier hora y en cualquier carretera. Y los servicios específicos de alcoholemia, que se hacen en zonas concretas y a horas en las que puede haber riesgo para la circulación. Antes esos controles se hacían de una a cinco de la madrugada, y ahora se hacen a partir de las siete de la mañana. Tenemos que adaptarnos a las nuevas costumbres.
-Y al consumo de drogas.
-Sobre todo las drogas de diseño, que están muy extendidas y que se acumulan al alcohol, al cansancio... Si ves a un conductor con ojos brillantes, con una euforia exagerada, y da cero en las pruebas de alcoholemia, buscamos otras drogas, y suele dar positivo.
-El guardia civil cobra más por poner multas.
-Hay gente interesada en difundir esa idea, que perjudica a los propios agentes porque da una imagen falsa de recaudadores. Nunca se ha pedido un número de denuncias a ningún agente. Si yo lo exigiera estaría incumpliendo mi obligación y sería sancionable. Lo que se hace es medir el rendimiento de cada unidad, de los que hacen el mismo servicio. Se hace una media y al que está muy por debajo se le propone para dejar de percibir la productividad, que se da por una especial dedicación. Y la denuncia es solo uno de los parámetros de la valoración. (Información)
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