España es el segundo país europeo con más fallecidos menores de quince años en vías interurbanas
spaña es el segundo país europeo con más fallecidos menores de quince años en vías interurbanas con el 24%, solo superado por Eslovenia, según el último Informe sobre Seguridad Vial en las Carreteras Europeas de DEKRA, un proveedor global de servicios de gestión de vehículos usados. Los niños conforman uno de los colectivos más vulnerables en la carretera, según se desprende de estos datos. Su correcta presencia en el vehículo depende del sentido común de los padres y adultos que los acompañan aunque su destino también está en manos de otros usuarios de la red viaria. Por eso DEKRA, que ya anticipó el camino para que haya ciudades sin víctimas mortales en accidentes en sus calles durante al menos un año, como en Marbella, ofrece seis consejos para que España reduzca la tasa de mortalidad de niños de 0 a 14 años en sus carreteras, que en 2014 fue de 25 víctimas, de las que el entorno rural fue responsable del 41% de los fallecimientos, mientras que el 35% restante se localizó en ciudad. Estos son algunos consejos esenciales y cotidianos que ofrece esta empresa para preservar la seguridad de los menores.
No iniciar la marcha hasta que todo esté en orden. Los padres tienen una enorme responsabilidad con los niños en el vehículo. Cumplir las normas de tráfico como el uso correcto de sillas de retención es fundamental para evitar que vidas tan cortas quedan sesgadas tan pronto. Edad, talla y peso deben tenerse en cuenta. Cuando hay niños es necesario extremar el ejemplo al volante. Respetar los límites de velocidad, guardar la distancia de seguridad y evitar una conducción brusca son algunos consejos. Y, recuerda, si no hay ningún niño en tu coche, sí puede haberlos en otros vehículos.
Educar desde muy pequeños. Hay que enseñar a los más pequeños normas básicas dentro del vehículo para que las aprendan y automaticen cuanto antes. Esta función correspondería tanto a padres como a colegios y guarderías, y con esto se conseguirían que ellos solos se abrochen los cinturones de sus sillitas, estén tranquilos o pidan todo lo que puedan necesitar antes de emprender la marcha.
Evitar conducir de memoria. No porque un trayecto sea rutinario debe permitir confianzas. Hay que estar siempre alerta a cuanto sucede a nuestro alrededor, y evitar aquello de conducir por inercia porque dejamos de estar atentos a todo lo que sucede en la carretera, perdiendo así capacidad de reacción ante cualquier imprevisto.
Distracciones cero. Actividades como hablar por el móvil, aunque sea con el manos libres, comer o beber no son recomendables al volante. Mejor apagar el teléfono evitando molestias innecesarias en forma de mensajes o correos. Y si uno quiere calmar la sed o el hambre lo mejor es hacer un alto en el camino para no apartar las dos manos del volante. La atención siempre debe estar en la carretera con un ojo puesto en el menor sentado en la parte trasera del vehículo.
Siempre con un buen mantenimiento. El coche debe funcionar siempre de forma óptima y no se deben escatimar gastos a la hora de realizar reparaciones o actividades de mantenimiento. No hay que olvidar que junto a nosotros viajan nuestros hijos, tan ajenos a ese comportamiento irresponsable como vulnerables a posibles consecuencias por el mal estado del automóvil.(Seguir leyendo)
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