El retraso en bajar el tope afecta la siniestralidad, dice la directora Seguí. Este verano han fallecido 225 personas en las carreteras españolas
El retraso de casi un año en la aprobación por parte del Consejo del Ministros del nuevo reglamento de circulación, que incluye la disminución de los límites de velocidad en las carreteras convencionales, es una de las causas que frenan el descenso de la siniestralidad. Así de claro lo expresó ayer la directora general de Tráfico, María Seguí, en una insólita queja dirigida a su propio Gobierno, formulada durante la presentación del balance de la operación verano. Un total de 225 personas han fallecido durante los meses de julio y agosto en las carreteras españolas, esto ha significado un aumento de cinco muertes, el 2% más que el año pasado, en el primer repunte de fallecidos que se produce desde el verano del año 2007. Sin embargo, en Aragón, esta operación se ha cobrado la vida de ocho personas, tres menos que en el verano pasado.
Seguí no quiso entrar en las causas de la demora en obtener luz verde de un texto que su departamento dejó listo y enviado a Interior ni más ni menos que en octubre del año pasado. "La responsabilidad es del Consejo de Ministros. Pregúntenselo a ellos. No estoy enfadada, estoy preocupada", respondió a los periodistas tras destacar que es clave para seguir reduciendo las muertes que el límite de velocidad en las carreteras convencionales, es decir, las que no son ni autopistas ni autovías, baje de 100 a 90 kilómetros a la hora.
"Somos uno de los pocos países europeos, junto a Polonia y Rumanía, que mantiene el límite de 100, mientras que los más avanzados, como Suecia, lo tienen en 70. Nosotros solo queremos bajarlo a 90. La mayor parte de los siniestros mortales siguen concentrándose en esas vías", destacó la directora.
RAZONES ELECTORALES
Fuentes del Ejecutivo apuntaron a razones de carácter electoral para retrasar la ejecución de una medida que podría resultar como mínimo polémica en un año plagado de comicios. Desde la DGT parece temerse que un texto que costó casi tres años de debates y reflexiones se quede en el cajón hasta la próxima legislatura. Una perspectiva que parece haber colmado el vaso de la paciencia de la habitualmente moderada directora general.
Es la primera vez en esta legislatura que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, no ha comparecido junto a ella para presentar el balance veraniego. ¿La excusa? Problemas de agenda.
Seguí también señaló a los dos territorios que no son competencia suya, Cataluña y el País Vasco, como los que han lastrado las cifras de siniestralidad, no solo durante el verano, sino en el conjunto del año. Por vez primera en un balance veraniego, la DGT presentó desglosadas las cifras de ambos territorios comparadas con el resto.
El portavoz del grupo socialista en materia de Seguridad Vial, Carles Corcuera, pidió la comparecencia urgente de la directora general en el Congreso para dar cuenta tanto del aumento de muertes en el verano como de los "mensajes contradictorios del Gobierno", así como "la soledad" con la que se encuentra dentro del Ejecutivo de Rajoy. (Información)
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