La huelga de los examinadores de la Dirección General de Tráfico (DGT) afecta en Vigo a más de 200 personas que llevan pendientes de superar la prueba teórica y práctica para ponerse al volante de un coche, una moto o un camión. Convocado el pasado 14 de septiembre a nivel nacional, en la provincia el paro solo tiene incidencia en la ciudad olívica, donde la plantilla al completo del centro examinador, formada por 11 trabajadores, ha secundado la medida de presión que deja sin fecha o cuando menos retrasa la obtención del permiso de conducir a los alumnos de las autoescuelas: Desde la patronal provincial de estos centros formativos mostraban ayer su preocupación por las consecuencias de la huelga ante el "perjuicio económico" que ocasiona a un sector muy castigado por la crisis económica. "Esperamos y deseamos que se arregle cuanto antes", afirmaba, rotundo, su presidente, Anxo López Bastos.
A tenor del resultado de la primera reunión de los sindicatos con la dirección de la DGT, celebrada el pasado martes en Madrid, el final de los paros parece todavía muy lejos. Entre los motivos principales que llevaron a la huelga a estos examinadores figura la mejora de sus condiciones laborales y de la gestión de la seguridad vial, así como la reducción de las horas de examen. Vanesa Fernández, representante en la provincia de Pontevedra y delegada autonómica de la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra), culpa de esta huelga parcial a una actitud de la DGT que tachó de "tomadura de pelo" y que provoca "desamparo" en el colectivo por el "reiterado" incumplimiento de compromisos adquiridos hace ocho años.
Con el actual número de exámenes que hacen por día -en torno a unos 65 de media al día- es "imposible", a juicio de Fernández, "realizar una prueba de calidad", de ahí que demanden una rebaja del número de examinados. A esta exigencia añaden la de ofrecer el resultado al alumno al día siguiente y no tan pronto finalizan el examen. "Para evitar reacciones violentas", argumenta. También reivindican el cobro del complemento específico de examinador acordado con la DGT en 2008, y garantías del carácter público de su servicio ante el temor a que el Gobierno opte por privatizarlo.
La huelga, de carácter indefinido, se produce durante las tres últimas horas de la jornada del examinador, que arranca a las 7.30 y concluye a las 15.00. A partir del mediodía cesan su actividad y los alumnos que faltan por examinar deben esperar a por una nueva fecha para la prueba. Cada día, según datos de la portavoz de Asextra, en Vigo se quedan sin examinar seis alumnos por examinador, sobre 36 al día, ya que, razonan, desde que secundaron la convocatoria "están activos entre 6 y 7 examinadores".
Hasta la semana pasada había 174 personas en Vigo pendientes de realizar los exámenes, según reconocieron a la patronal de las autoescuelas responsables de la DGT en la ciudad. "Y esta semana otros tantos, pero esto no quiere decir que siempre sean los mismos, porque hay el compromiso de intentar que hagan la prueba la semana siguiente", precisa Anxo López. Aun admitiendo la incidencia, el presidente ve "de momento" improbable que la situación se colapse.
Los centros ya acumulan alumnos sin examinar desde el verano, cuando se dispara la demanda, a los que hay que se suman ahora los afectados por la huelga también en un momento de elevada matrícula. "Esto puede generar a las autoescuelas un grave perjuicio económico en un momento en el que parecía producirse cierta recuperación después de la crisis. Así que esperamos que los paros no se extiendan en el tiempo", indicó su portavoz. (Información)
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