Muchos perros muestran rechazo en ir en coche, y eso es simplemente porque no se les ha educado correctamente para viajar.
Para acostumbrar a un perro el viajar en coche, la manera correcta es hacerlo poco a poco y con tiempo. No podemos subir el perro al coche por primera vez, hacer un viaje de 60 km y pretender que el perro se comporte estupendamente.
Las cosas se hacen poco a poco.
Lo primero que debemos hacer es poner al perro en el asiento del coche donde de seguro viajará en un futuro. El coche apagado, nosotros cerca del perro y lo dejamos en el asiento con un par de golosinas para que comience a relacionar el lugar con algo bueno.
Una vez que tenemos dominado que el perro se queda quieto y a gusto en el sillón, haremos lo mismo pero con el perro amarrado con su arné de seguridad.
Un par de golosinas, y que el perro asimile no solo el lugar sino el hecho de estar amarrado.
Esto lo haremos varios días hasta que veamos que el perro está tranquilo dentro del coche.
Lo siguiente es dar un paseíto, corto, que el perro vea que la cosa no dura mucho.
Poco a poco lo iremos llevando cada vez mas lejos y los trayectos son cada vez mas largos.
A partir de este momento, se trata de premiar al perro con golosinas cuando se ha portado bien, no se trata de estar dando golosina al perro para que esté callado. Si comenzamos a dar al perro golosinas y comida para mantenerlo callado, aprenderá que protestando, ladrando o llorando, conseguirá más. No se trata de llevar al perro a ese punto, se trata que , una vez hecho el viaje y si el perro ha estado bien, elogiar, premiar y acariciar. (Seguir leyendo)
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