Estornudar mientras se conduce a una velocidad de 80 kilómetros por hora equivale a dejar de mirar la carretera durante 25 metros, además, el riesgo de sufrir un accidente de tráfico es un 30% mayor en las personas que tienen algún tipo de alergia.
La primavera y el verano causan estragos entre los alérgicos y conducir con los síntomas propios de estas épocas del año supone un grave peligro para uno mismo pero sobre todo también para el resto de conductores. Es vital que cada conductor sea consciente de la importancia de reducir los síntomas de la alergia mientras se conduce. Para aquellos conductores que suelen pasarlo muy mal en esta época del año, aquí tenéis cuatro consejos para que conduzcáis con seguridad:
Mucho ojo al filtro del aire
La clave para conseguir que el habitáculo del coche se mantenga limpio y se evite la entrada de alérgenos en el interior está en mantener en correcto estado el filtro del aire del habitáculo, cuya función es evitar que el polvo, el polen y las partículas contaminantes entren en el interior.
Los fabricantes recomiendan sustituir este filtro cada 6 o 12 meses en función de los kilómetros que se recorran al año. También es clave la zona geográfica donde se reside, ya que el filtro ayuda a reducir la humedad dentro del coche en regiones donde hace más calor.
El filtro antipolen debe estar en buen estado
Si los síntomas de la alergia (estornudos, sequedad ocular, etcétera) son intensos es recomendable recurrir a los filtros especiales antipolen mucho más efectivos gracias a que utilizan carbón activo y Polifenol y neutralizan mejor los alérgenos. Eso sí, si tu coche ya tiene uno instalado comprueba su estado para que haga correctamente su función.
No viajes con las ventanillas bajadas, usa el aire acondicionado si tienes calor
Este sencillo gesto evitará que entre polen al interior del coche evitando un posible ataque de estornudos. Recuerda un dato: por cada estornudo, en el que solemos cerrar los ojos, podemos recorrer hasta 25 metros sin prestar atención en la carretera, y esto si circulamos a 80 kilómetros por hora, imagina a 120.
Usa las gafas de sol y no te automediques
Las gafas de sol te ayudarán con los reflejos y los rayos cuando incidan directamente sobre tu cara en las horas iniciales o finales del día. Así, evitarás el lagrimeo y reducirás el picor. Es igual de importante no automedicarse y acudir a un especialista porque algunos medicamentos pueden hacer que te quedes dormido al volante.
Como último pequeño consejo puedes consultar los niveles de polen en el aire en la web de la Sociedad Española de Aerobiología.
www.hipertextual.com
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