Casi un centenar de autoescuelas de 39 municipios de la provincia de Sevilla se han levantado en pie de guerra contra la Dirección General de Tráfico (DGT) para evitar la supresión del centro de exámenes teóricos de conducción de Écija, lo que dejaría a toda la provincia con un único punto de examen en Sevilla capital y podría causar perjuicios a unas 300.000 personas.
El anuncio del cierre del centro de Écija, que lleva funcionando más de 50 años, llegó el pasado 26 de mayo y en él se indicaba que a partir del día 1 de junio las pruebas pasarían a realizarse de forma telemática en Sevilla. Como medida de protesta, los alumnos de las autoescuelas perjudicadas no se presentarán a la convocatoria de este próximo viernes.
Las autoescuelas afectadas, casi un centenar de la comarca de Écija, Sierra Norte de Sevilla, Campiña de Carmona, de Morón y Marchena, Sierra Sur y Vega del Guadalquivir, se han manifestado contra esta decisión, convocando distintas concentraciones en Sevilla y ayer en Madrid, frente a la sede de la DGT, sin que hasta el momento se haya producido ningún avance.
La DGT justifica esta decisión en el hecho de que el centro de Écija no realiza los exámenes por vía informática, aunque, como señalan las autoescuelas afectadas, tampoco cuentan con este servicio telemático la gran mayoría de los pueblos no sólo de la provincia de Sevilla, sino de toda España.
«No entendemos por qué tenemos que ser los conejillos de Indias», señala Julio Nieto, de la Autoescuela Astigi, una de las más veteranas de Écija, quien apunta el «agravio comparativo» con otros pueblos de Andalucía que sí mantienen su cobertura a pesar de ubicarse a poca distancia de la capital, como San Fernando y Jerez de la Frontera en Cádiz, Puente Genil en Córdoba o Antequera en Málaga.
La autoescuela MP4, con centros en varios punto de la provincia, calcula que este cambio afecta a una población de 280.595 habitantes de 39 municipios de Sevilla, una cifra muy superior a la de capitales de provincia como Huelva, Jaén o Almería.
Y para los alumnos llega la peor parte, ya que tienen que desplazarse a la capital -algunos desde 140 kilómetros desde muy temprano para realizar el test por turnos en una sala en la que sólo hay 45 ordenadores. Según coinciden todas las autoescuelas, «eso supone perder toda la mañana». Caso aparte es el de los jóvenes de 15 años que se presentan a la prueba de ciclomotor, que tendrían que ir acompañados de algún adulto.
A ello hay que sumar los gastos de desplazamiento, a asumir por la autoescuela o el alumno. De hecho, la noticia ha provocado el rechazo inmediato del alumnado. «Vamos a perder mucho más tiempo que antes e incluso una jornada laboral», apuntan Juan de Dios Ruiz y José Manuel Díaz, de la autoescuela Raly’s. Otra alumna, Elisabet María Díaz afirma que «ahora sacarse el carnet saldrá más caro».
Además, hay otro punto sobre el que llama la atención la autoescuelaAstigi: la pérdida de ingresos que supondrá para Écija. Los días de examen, son muchas las personas -más de 300 en temporada alta- que aprovechan su paso por Écija para comprar en comercios locales, sin olvidar la gasolina, reparación de coches y consumo en bares. (Información)
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