Casi 700 conductores al año han de examinarse 4 veces para aprobar

Aumenta el número de alumnos que suspende, sobre . todo la parte práctica: uno de cada tres tiene que ‘repetir’. Apenas uno de cada cuatro candidatos es capaz de superar las pruebas prácticas en la primera convocatoria

Uno de cada diez aspirantes a sacar el carné de conducir en la provincia tiene que examinarse cuatro veces para disponer del permiso que le habilita para circular en coche por las ciudades y carreteras. Pero sólo uno de cada cuatro consigue superar la prueba práctica a la primera. Un porcentaje que disminuye en los últimos años, a pesar de que los alumnos se esfuerzan más por aprobar cuanto antes y ahorrar costes, tanto en clases como en renovación de licencias. Desde las autoescuelas la lectura se hace en sentido inverso: lo barato puede salir caro. Presentarse al examen sin haber adquirido la suficiente pericia de la mano de un profesor lleva a menudo a tener que tomar más clases y repetir el examen.

En los últimos cuatro años los aprendices de conductores han incrementado su tasa de fracaso tanto en el examen teórico como en el práctico, a pesar de que a nivel global las grandes ciudades siguen siendo las más problemáticas para tener en la mano cuanto antes el carné de conducir. Calles complicadas, tráfico difícil, y pruebas que cada vez parecen más complejas de superar. Y ello a pesar de una drástica reducción del número de candidatos a conductores, que en los últimos cuatro años es del 16% en la provincia pero que las cifras de la Dirección General de Tráfico que maneja la Asociación Provincial de Autoescuelas se concreta en un descenso del 50% en los permisos de conducir nuevos expedidos desde el inicio de la crisis.

«Las autoescuelas no somos ajenas al resto de los sectores productivos del país, la crisis también ha sido tremenda para nosotros. Que, frente a otros sectores, tenemos dos factores añadidos que empeoran la situación del negocio». Fernando Blanco, vicepresidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de León, señala por un lado el drástico descenso de la natalidad en las últimas décadas. «La pirámide de población es clara: en León cada vez hay menos jóvenes. Y ese es nuestro principal cliente». Con un dato añadido. «En los años anteriores a la recesión la emigración fue muy importante para nosotros. Durante años hubo muchos extranjeros, la mayoría jóvenes, que necesitaban el carné de conducir. Ese es otro nicho de mercado que se nos fue». (Seguir leyendo)

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