Según se informa por parte de la DGT, con datos aún provisionales, de las 31 personas fallecidas en accidentes de tráfico esta Semana Santa, 12 eran motoristas.
En ASEXTRA, como ciudadanos, pero también como profesionales, vemos con inquietud estas cifras que no dejan de suponer un fracaso de las políticas que se están llevando a cabo con el fin de atajar esta lacra que día a día, semana a semana, se lleva tantas vidas de todas las edades.
Uno de los datos que más nos llama la atención y nos alarma es la subida espectacular del número de motoristas muertos y nos preguntamos si los responsables de la Dirección General de Tráfico están reflexionando seriamente y haciendo verdadera autocrítica sobre lo que está sucediendo. Más allá de las disculpas (algunas irrisorias) sobre el aumento de usuarios, el buen tiempo, la pretendida recuperación económica, ... hay otras variables que están produciendo este aumento tan negativo de la accidentalidad de este tipo de vehículos.
Aparte del inexistente mantenimiento de las carreteras que sin duda es un factor importante que está influyendo para que haya este repunte de los accidentes en general y de las motos en particular, queremos llamar la atención sobre lo que consideramos desde esta Asociación de Examinadores de Tráfico, está constituyendo, sin ningún género de dudas en nuestra opinión, un inmenso error.
Desde que se aprobara el actual Reglamento General de Conductores en 2009 (R.D. 818/2009) se permite que las personas que estén en posesión del permiso de la clase B en vigor, con una antigüedad superior a tres años, puedan conducir dentro del territorio nacional las motocicletas cuya conducción autoriza el permiso de la clase A1 (Art.5, punto 7). Y esta barbaridad se permite sin que se acredite por parte de las personas que están en esta situación, que sepan pilotar una moto, incluso que ni siquiera se hayan montado en una alguna vez. Algo absolutamente insólito.
La evaluación forma parte de la formación y sin formación no debería acceder nadie a las vías públicas con un vehículo, del tipo que sea. Todos nos echaríamos las manos a la cabeza si alguien se levantara un día y decidiera que está capacitado para pilotar avionetas y las autoridades lo permitieran sin más. Sería una auténtica atrocidad. Pues es lo que se está haciendo con las motos. Ya lo decimos desde aquí, no hace falta pagar por costosos informes, sabemos las conclusiones: Este precepto que permite este desatino está provocando accidentes graves o muy graves.
También queremos alertar sobre los cursos que imparten las autoescuelas para la obtención del permiso clase A. Al no pasar examen, la única posibilidad de controlar que se están realizando conforme a las normas, o simplemente que efectivamente se realizan, es hacer inspecciones por parte de personal funcionario cualificado como sin duda lo es el colectivo examinador. La situación real es que los jefes provinciales de Tráfico apenas ordenan realizar estas inspecciones y por parte de la Subdirección de Conocimiento Vial, hay una verdadera dejación de funciones en este tema lo que sin duda constituye una verdadera irresponsabilidad.
Además, por si fuera poco, las pocas inspecciones que se programan, muchas de ellas son realizadas por personal de oficina, ajeno al Servicio de Exámenes, sin la suficiente preparación a nuestro juicio y todo ello mientras se quedan en la oficina el personal examinador, profesionales a los que ha costado mucho tiempo y dinero formar, precisamente para tareas de evaluación e inspección.
Desde esta asociación pedimos a los responsables de la DGT que reflexionen sobre estas cuestiones que planteamos y no busquen excusas vanas. Lamentablemente, la irresponsabilidad de estas actuaciones de la Dirección General de Tráfico nos está abocando, presuntamente, a la pérdida de muchas vidas humanas.
www.asextra.org
No hay comentarios:
Publicar un comentario