Clases prácticas de conducción, formación teórica, tasas a abonar a la Dirección General de Tráfico, material didáctico, informes de aptitud psicofísica, fotos... La obtención del permiso de conducir en España es un suma y sigue que, en el mejor de los casos, si la destreza y la fortuna conceden el apto sin tener que renovar expediente, requiere un desembolso de varios cientos de euros. Un pellizco a los ahorros que no es de la misma intensidad en todo el territorio nacional y que en el caso de los riojanos suele ser uno de los más dolorosos, según el estudio que anualmente elabora la organización Facua-Consumidores en Acción.
En su último informe, el correspondiente al pasado año, La Rioja y su capital han dejado de liderar el ranking de las plazas donde resulta más costoso obtener el permiso de conducción B (automóviles), pero no abandonan el grupo de cabeza. Si en el 2014, Logroño, con un precio medio de 1.083 euros era la capital española más cara, el pasado año descendió hasta el octavo puesto, con una factura media de 797,68 euros (en el supuesto de un mes de clases teóricas, 20 de prácticas de 45 minutos y con las dos pruebas superadas a la primera), 105,35 más que la media nacional que arrojan las comparativas de los datos facilitados telefónicamente a la asociación por 286 autoescuelas de una treintena de ciudades.
Por encima de la capital riojana, Murcia (933,12), Lérida (903,29), Bilbao (880,26), Barcelona (872,61), Cuenca (845,86), Zaragoza (827,58) y Pamplona (808,67).
En el lado contrario, la oferta media más barata está al sur, en Granada (452,46), y al norte, en La Coruña (499,78). Sin embargo, el estudio también acredita que no es necesario viajar para que los riojanos encuentren mejoras en las condiciones económicas de su formación vial.
De hecho, sin salir de Logroño se puede alcanzar un ahorro de hasta el 41,40%, que es la distancia existente entre la oferta más barata y la más cara de la capital riojana, 282,46 euros, una diferencia considerable que en otras capitales incluso se duplica.
Así ocurre en Cuenca, con una horquilla de 584,70 euros, o en Lérida, con una brecha de 533,85, un panorama totalmente distinto a Murcia o Huelva, donde las mejoras a conseguir se reducen a 42,30 y 50 euros, respectivamente.
Entre clases y tasas
El mayor porcentaje de la factura a abonar a la autoescuela se debe a las clases prácticas de conducción, un precio medio con severas oscilaciones tanto a nivel nacional -desde los 13,94 euros de La Coruña a los 30,80 de Pamplona o 31,21 de Barcelona- como local: en Logroño la tasa media es de 24,76 euros por clase de 45 minutos de duración, ligeramente por debajo de la media nacional (25,03), pero la horquilla oscila entre los 21 euros de la oferta más económica a los 31,46 de la más costosa.
Como en todo, los errores se pagan y en el carné de conducir esto repercute especialmente en la cartera, ya que la necesidad de renovar expediente tras dos suspensos y de reforzar la preparación con otra serie de horas prácticas extra vuelve a incrementar el desembolso necesario para obtener el carné de clase B.
En la capital riojana, en el supuesto analizado por Facua (35 clases de coche, aprobar el teórico a la primera y el práctico a la tercera) la factura media asciende a 1.420,48 euros, 126,62 por encima de la media nacional (1.293,86 euros), pero también con una buena brecha entre la oferta más cara y más barata que, en este caso, asciende hasta el 33,90%, 409,38 euros. (Información)
www.larioja.com
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